Se puede diferenciar entre debilidad y vulnerabilidad:
La debilidad es cuando el hecho te lastima y esa acción te duela y te debilita.
La vulnerabilidad es cuando tu propia emoción es la que te derrota.
Ahora bien, el abatimiento, el descontrol y el derrotismo nos hace ser vulnerable, pero sabemos que esos momentos son pasajeros y que habrán otros que si nos den la oportunidad de hacernos felices. Pero si es una emoción de (ira, tristeza o miedo) la que nos derrota, preferimos no compartir eso que tanto daño nos hace, y esa falta de valor hace que por cobardía se prefiera fingir que no pasa nada.
No nos permite mostrar nuestra realidad; pero, esos momentos son los ideales para para disfrutar del verdadero deseo del corazón, dar amor, belleza y alegría. Sin embargo, no solemos ni siquiera recordar esos momentos agradables y felices vividos, aun, cuando están impregnados de tanto amor!!!
El cambio se debe comenzar al auto - valorarnos y aumentar nuestra actitud positiva para que al aumentar nuestra estima, se reduzca esa vulnerabilidad. Nuestra forma de reaccionar negativa se debe a creencias irracionales no adecuadas. Como es restarle importancia al problema, dejar que otros nos impongan sus ideas, hacernos culpables, ser exigente consigo misma, pero, no responsable. Eso nos hace dependientes emocionales.
Escoge desarrollar tu potencial para dejar atrás tu vulnerabilidad, habla de tus alegrías, no de tus penas (de las que hablas todo el tiempo)
Aprende a neutralizar la desilusión, la culpa y la ira en el preciso momento y evita recuerdos amargos y oscuros pensamientos de malas experiencias pasadas.
Que las derrotas nos duelan, pero, que no derroten nuestros sueños, se agradecida con humildad de corazón, se flexible y tolerante.
Nada esta perdido...todo habrá de transformarse.
Si alguien preguntará...por mi.
I
Si alguien preguntará por mi.
Dile, que no te quise.
Dile que me despedí
el día que tú te fuiste.
II
Si alguien llorará por mi.
Dile, que no me viste.
Dile que lloré por ti
ese día que partiste.
III
Pero, si preguntarán por mi
con voces aún más tristes.
Diles, que lloren por ti
Porque a mi ¡jamás me viste!
I
Si alguien preguntará por mi.
Dile, que no te quise.
Dile que me despedí
el día que tú te fuiste.
II
Si alguien llorará por mi.
Dile, que no me viste.
Dile que lloré por ti
ese día que partiste.
III
Pero, si preguntarán por mi
con voces aún más tristes.
Diles, que lloren por ti
Porque a mi ¡jamás me viste!
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