Nuestro bienestar y calidad de vida dependen del equilibrio, paz interior y afecto que recibimos, por eso, debemos preguntarnos si lo que quiero lograr para mi vida es de relevancia para ella.
Porque no es lo mismo tener la necesidad de algo a querer tener algo; a veces, los deseos ni son necesarios, ni son imprescindibles.
Preguntarme: ¿Para que lo quiero. ¿Si es la ayuda adecuada o solo una traba ambicionada?
Todo lo que nos quite una de esas cosas anteriormente señaladas, nos afectará directamente al bienestar. Por eso, es necesario prepararnos y esforzarnos en actuar no por nuestro beneficio propio, sino por el de nuestro propio bienestar.
Algunas trabas son: pensamientos que generan inseguridad como:
El conformismo= Nos hace creer que somos incapaces y nos desmotiva...
obligándonos a renunciar.
La desidia= Camina junto a la negligencia y el desamor;
rebajándote la estima y el amor propio.
La cobardía= Nos lleva a rendirnos y a no afrontar responsabilidades.
No obstante, existen dos principales necesidades a cubrir:
El mantener un ritmo de vida saludable y tener claridad en los pensamientos, para que sean buenos y de ayuda para defender nuestra calidad de vida. (estabilidad psicológica)
Aunque depende en gran medida el promover acciones y hábitos en base al respeto, el afecto y la responsabilidad el fortalecer las virtudes y con ellas disolver las dificultades.
"Soy responsable de mi vida y de cómo mi vida afecta a los demás".
Todos tenemos defectos, pero es la manera que tienes de mostrar tu valor lo que te ayudará a que jamás olvides de disfrutar de cuanto tienes, de ayudar y de ayudarte a ti misma y de ser agradecida por todo.
Lo más importante está, en la manera de ver la vida.
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