Templanza significa el dominio que tenemos para actuar sobre nuestras pasiones, es una cualidad espiritual que nos es dada por Dios y nos induce a hacer todas las cosas con moderación y encontrar en ellas el equilibrio.
Los que desarrollamos este don, llevamos un estilo de vida diferente donde, predomina la prudencia, la sobriedad, la moderación, el buen juicio
y la mesura.
Porque las necesidades importantes son cubiertas y todo lo demás pasa a ser prescindible, logrando llegar a ser ahorrativos, estables, teniendo en todo frugalidad, es decir, vivir con lo justo y necesario, lo que nos lleva a prosperar y hacer un mejor uso del tiempo y del dinero.
Se evita el derroche, las extravagancias y los desperdicios. Todas cosas vanas que no tienen ningún provecho porque no provienen de Dios.
Sobretodo, porque el mundo entero esta en desequilibrio por su falta; sin ella, no puede haber seguridad, ni estabilidad en el mundo. Cuando desean algo y no lo tienen se siente que están es perdiendo algo, en vez de entender que se lo están es ahorrando. En la tendencia consumista se prefiere evitar perdidas, en vez de tratar de lograr ganancias.
Ya que el consumismo nos aporta es un estilo de vida insostenible e insaciable, va desligado por completo de toda frugalidad, y por ende, de equilibrio porque, está dirigido intencionalmente hacia el deseo, lo que contribuye a eliminar es al equilibrio que este don nos regala.
Por lo tanto, no nos quedemos pensando sobre ese problema que no trae beneficio, mejor tratar de esforzarnos en pasar a la acción y preguntarnos
¿Qué estoy haciendo para que la templanza me sirva de ayuda?
Esa política de los que gobiernan está afectando a la economía mundial y lo notamos en la extrema desigualdad que nos dirige hacia el hambre y la destrucción total.
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