viernes, 24 de abril de 2015

Nuestra máscara social

                                           Nuestra Amada Vida Social.                                   
A pesar de que todas las personas tenemos dudas, conflictos y falsedades con las que batallar, tenemos que avivar a nuestro bienestar y para ello, tratemos de esbozar una sonrisa al despertar y agradecer por ese placentero día que nos comienza.

Por supuesto que todos necesitamos de los vínculos afectivos, pero según opinan algunos, este sistema que hemos creado nos impide la conexión que necesitamos, debido a que nuestra sociedad busca con falsas apariencias
y convencionalismos, el cómo ser agradable a los demás.

También porque le damos mayor importancia, por lo general, a lo que nos falta o no tenemos; lo que nos hace creer que los demás si tienen todo, aunque ellos estén atravesando por sus propias pruebas y cargas en silencio. Eso, debido a nuestra propia visión y no, por ser la realidad que los otros viven.

Algunos usan sus máscaras para evitar mostrar sus debilidades, optando por hacerse los amenos, alegres y divertidos, falseando algunas apariencias para hacerse del agrado de los demás.

A
 través de Internet hacemos una parodia de ello, más que nada los jóvenes, que viven sumergidos entre las redes viviendo la era de la comunicación virtual y donde se busca a toda costa tener el protagonismo de su vida social.
Esto puede ser una desventaja, al aislarse de su entorno más cercano porque suelen conformarse con ser valorados de acuerdo a sus seguidores y de los likes; dejando de compartir con su entorno por permanecer bien sea, sentado frente a una computadora o mirando las pantallas táctiles de sus móviles.                         
                                               Vida Familiar Moderna.

No estamos solos para ser tan egoístas y distantes en esta vida.
Antes de preferir escribir un post, necesitamos es hablar con alguien del que se pueda recibir con total agrado una sonrisa; no debemos nunca crear una barrera de desventajas.

Por consiguiente, tenemos nosotros mismos que reconectar con ese control, dejando de ser controlados; y esa conexión la debemos hacer nosotros tomando el control.

Paremos de almacenar nuestros recuerdos, no perdamos el ritmo de vivir esos gratos momentos para recordarlos... y no para almacenarlos.


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viernes, 17 de abril de 2015

Y entonces...¡la he visto! (poema)




Y entonces... ¡la he visto!
(de: Isabel Soriano)

La vida nos da la oportunidad a elegir,
actuar o mirar hacia otro lado.
Ante la injusticia y la desdicha ajena, me ha callado;
aunque pude haber dicho, pero no... no dije nada,
pase de largo sin mirarla.

¿Es qué acaso no me apena?
- Si me apena, 
pero así como el avestruz que se asusta,
así escondí mi rostro de ella.
¡Para no mirar la desgracia ajena!
Y es que se puede vivir en la adversidad,
sin rehusarse a vivir con ella.

Sin que exista tan siquiera,
 una mínima predisposición de luchar 

... en contra de ella.
- ¿Por qué eso que veo, es parte del mundo en que vivo?
¡No la siento! como parte de mi mundo, ni de mi vida a ella. 


Por eso no actúo, ni trato de acercarme a ella.
Y entonces, esquivo la mirada para seguir

... fijándola en la nada.
Ahora comprendo.
¡Hay que despegar es el miedo! y no la mirada;

 para sentir y hacer en su mundo el nuestro.
Y entonces diremos, y entonces haremos,
y entonces... estaremos dispuestos
a no esquivar jamás la mirada por ningún concepto.

Y es que todos somos necesarios en ese intento.
No para levantar armas, sino miradas
que nos enseñen a respetarnos como humanos,
 a la injusticia negarnos, a grita y no callarnos.
¡Que podemos respetarnos! 

Y también ¡tratarnos como hermanos!!!

"Participar implica:
transformar, comprometerse y actuar.
El silencio, siempre apuesta a favor de la injusticia.
No es igual, esperar que alguien haga algo.
A que ese alguien también, espere lo mismo de ti."


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La Ley es tela de Araña.
La Ley del Embudo según Martín Fierro.

La Ley es tela de araña
y en mi ignorancia lo explicó,

no la tema el hombre rico,
nunca la tema el que mande,
pues la rompe el bicho grande 
y sólo enrieda a los chicos.

Es la ley como la lluvia,
nunca puede ser pareja,
el que la aguanta se queja,
más el asunto es sencillo,
la ley es como el cuchillo,
no ofiende a quien lo maneja.

Le suelen llamar espada
y el nombre le sienta bien,
los que la manejan ven
en dónde han de dar el tajo, 

le cae a quien se halle abajo, 
y corta sin ver a quién.

Hay muchos que son doctores,
y de su ciencia no dudo,
mas yo que soy hombre rudo,
y aunque de esto poco entiendo,
diariamente estoy viendo,
que aplican la del embudo.

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viernes, 10 de abril de 2015

Deja ya de preocuparte


La Preocupación.


La dura realidad nos muestra que a todos nos falta algo, o tenemos algo
de más, algo que no deseamos, y eso es causa de preocupación.
Pero, si el problema tiene solución ¿Por qué te preocupas? 

Y si no lo tiene ¿Para qué te preocupas?

Es normal que ante algunas situaciones sintamos preocupación, pero en
lo único que nos ayuda es a perder el tiempo sin solucionarlo atrayendo más cosas negativas. 


Lo ideal, es seguir viviendo con normalidad a pesar de lo que nos preocupa, sin dejar que la preocupación invada nuestra vida, ni permitirle jamás que ocupe el centro en ella.

Porque la angustia es una preocupación sin motivo, es un sentimiento dañino que adoptamos por mal hábito; y que nos impide vivir el presente, atándonos a situaciones a resolver, que tienen por lo general solución, pero que no accionamos.


Gracias a que el ser humano tiene la capacidad de pensar puede razonar y medir su bienestar, descubriendo alternativas, para cuando algo no conviene optar por otra y no quedar enfrascado en ella.  


Lo ideal, es decidir y asumir con la confianza de que habrá algo más que enriquecerá a nuestra vida, que aparecerán nuevas inquietudes y oportunidades, porque la falta de confianza en sí mismo y la falta de seguridad es lo que crea a la angustia.


Tomate para ti 30 minutos todos los días para tomar decisiones
de todo lo que te preocupa. Luego, desconecta tu mente y enfocala
en los aspectos positivos, disfruta de los gratos y divertidos momentos, busca siempre ese mundo mejor.
No contaminemos nuestro interior, ni agreguemos males a nuestra vida.

 
EL VASO DE AGUA.

Un psicólogo en una sesión grupal levantó un vaso de agua, todo el mundo
esperaba la típica pregunta:¿está medio lleno o medio vacío?. 

Sin embargo preguntó:
-¿Cuánto pesa este vaso?
Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.
 
El psicólogo respondió:
-El peso absoluto no es importante, depende de
 cuánto tiempo lo sostengo.
Si lo sostengo un minuto, no es problema. 
Si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo.Si lo sostengo un día, mi brazo se entumecerá y se me paralizará.
   
El peso del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado y más difícil de soportar se vuelve. Y continuó: 

-Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un rato,

no pasa nada. Si piensas un poco más, empiezan a doler.
Y si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada. 
                                       
                                               ¡No olvides soltar el vaso!
  
 
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