de actuar, que nos acorrala cruelmente y que nos impulsa a tantas reacciones dañinas como el odio, los celos, los temores e innumerables desconfianzas, entre otras.
Muchas veces creemos que hemos hecho algo bueno, y eso, nos hace sentir bien; cuando en realidad solo hemos dicho algo (sin accionar) porque
el miedo nos esclaviza llenándonos de temores, enfermedades, culpas
y mentiras. Porque el miedo es nuestra debilidad.
Sin embargo, a ese miedo lo podemos enfrentar con nuestra fortaleza que es el amor que está en cada uno de nosotros. Y es ese amor, el que nos hace la diferencia, el que nos permite soñar, sentir, creer y amar.
En el amor hay verdad, libertad, perdón y sanidad, por lo que el miedo, solo podrá:
*- Perseguirnos pero no alcanzarnos; Inquietarnos pero no desesperarnos; Acosarnos pero no vencernos; incluso, derribarnos pero no destruirnos. Porque Dios mismo estará con nosotros porque estaremos en su amor.
Porque, ¿a qué le tenemos miedo?
- ¡al amar! miedo a sentir, a creer y a confiar. Por eso, el miedo nos hace pensar... en cuánto carecemos y en cuánto no podemos...
*- No le tenemos miedo a la oscuridad...
sino a lo desconocido a lo que pueda encontrarse en ella.
*- No le tenemos miedo a la altura...
sino a la desconfianza de poder caer.
*- No le tenemos miedo a intentar...
sino a perder y a fracasar.
*- No le tenemos miedo al amar...
sino a ser herido, rechazado y maltratado.
Sobre todo, porque el amor es el que nos ayuda a saber cómo actuar:
Y ¡cuánto podemos y cuánto tenemos!
Por ésta razón:
En la oscuridad... ilumina, al intentar... insiste y con amor... ¡vive!
¿Por qué tener miedo? si podemos elegir y ¡ser feliz!
*******************************************************
DECIDÍ TRIUNFAR (reflexión)
De: Walt Disney.
Un día como otro cualquiera,
decidí triunfar...
Decidí no esperar a las oportunidades,
sino yo mismo buscarlas.
Decidí ver cada problema...
como la oportunidad de encontrar
una solución.
Decidí ver cada desierto...
como la oportunidad de encontrar
un oasis.
Decidí ver cada noche...
como un misterio a resolver.
Decidí ver cada día...
como la oportunidad
de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival,
no eran más que mis propias limitaciones
y enfrentar estas;era la única
y mejor forma de superarlas.
Aquel día deje de temer a perder
y empece a temer a no ganar.
Y descubrí que yo no era el mejor
y que quizás nunca lo hubiera sido;
y me dejo de importar
quien ganara o perdiera,
ahora me importa simplemente
saber mejor que hacer.
Aprendí que lo difícil
no es llegar a la cima,
sino jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo,
es poder llamar a alguien amigo.
Y descubrí que el amor
es más que un simple estado
de enamoramiento...
el amor es una filosofía de vida.
Y aquel día, deje de ser un reflejo
de mis triunfos pasados
y pase a ser una tenue luz
en el presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz,
si no alumbramos el camino
de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas...
Aquel día aprendí que los sueños existen
para hacerse realidad.
Y desde aquel día ya no duermo
para descansar,
simplemente duermo
para soñar.
decidí triunfar...
Decidí no esperar a las oportunidades,
sino yo mismo buscarlas.
Decidí ver cada problema...
como la oportunidad de encontrar
una solución.
Decidí ver cada desierto...
como la oportunidad de encontrar
un oasis.
Decidí ver cada noche...
como un misterio a resolver.
Decidí ver cada día...
como la oportunidad
de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival,
no eran más que mis propias limitaciones
y enfrentar estas;era la única
y mejor forma de superarlas.
Aquel día deje de temer a perder
y empece a temer a no ganar.
Y descubrí que yo no era el mejor
y que quizás nunca lo hubiera sido;
y me dejo de importar
quien ganara o perdiera,
ahora me importa simplemente
saber mejor que hacer.
Aprendí que lo difícil
no es llegar a la cima,
sino jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo,
es poder llamar a alguien amigo.
Y descubrí que el amor
es más que un simple estado
de enamoramiento...
el amor es una filosofía de vida.
Y aquel día, deje de ser un reflejo
de mis triunfos pasados
y pase a ser una tenue luz
en el presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz,
si no alumbramos el camino
de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas...
Aquel día aprendí que los sueños existen
para hacerse realidad.
Y desde aquel día ya no duermo
para descansar,
simplemente duermo
para soñar.
Escrito por:
