El ser humano.
Cuando nos referimos al humanismo de la sociedad, debemos saber primero, que es una doctrina cuyo centro es el ser humano y no Dios.El humanista solo reconoce como valores de un ser humano: el prestigio, el poder y la fama. Estos valores, a su vez contradicen a lo propio de la dignidad del hombre y
se oponen a que sea Dios el centro en nuestras vidas.
Cuando nos referimos al humanismo de la sociedad, debemos saber primero, que es una doctrina cuyo centro es el ser humano y no Dios.El humanista solo reconoce como valores de un ser humano: el prestigio, el poder y la fama. Estos valores, a su vez contradicen a lo propio de la dignidad del hombre y
se oponen a que sea Dios el centro en nuestras vidas.
Nosotros sabemos que la Sabiduría de Dios es:
1- pura.
2- pacifica.
3- amable.
4- benigna.
5- llena de misericordia y de buenos frutos.
Por eso, me preguntó ¿Cuándo llegará mi hora? Es decir, ese momento en que mi cuerpo pueda honrar a lo espiritual, ya que nuestro cuerpo físico debe ser libre de la esclavitud del hombre y comprometido a mostrar la presencia de Dios en el servir.
Donde el amor y la paciencia son claves para que nuestras acciones lleguen
a sus ojos; entonces, esa será mi hora, mi recompensa y mi prestigio.
De esta forma le honraré.
Donde el amor y la paciencia son claves para que nuestras acciones lleguen
a sus ojos; entonces, esa será mi hora, mi recompensa y mi prestigio.
De esta forma le honraré.
Des...ente. ¡Donde la iniquidad se acepte y los abusos se impongan!
La iniquidad no es la maldad que se hace sino, la perversidad con que
es hecha la maldad.
La Ignominia del hombre.
(De: Isabel Soriano)
Me horrorizo al ver, como el
adelanto del hombre en la tecnología
a la par de su ignorancia va cada día.
Cabalgan, van muy de prisa, traman cuestiones para enramarlas
en un sin fin de malicias que poco a poco desatan.
a la par de su ignorancia va cada día.
Cabalgan, van muy de prisa, traman cuestiones para enramarlas
en un sin fin de malicias que poco a poco desatan.
¿A dónde ira? me pregunto
¡tanta ignominia del hombre! Pues, de atrasos
se gloría y de desverguenzas que esconde.
Pobre hombre que un día, gobernar quiso a su alma,
olvidándose aquel día de la pureza que salva.
Las crueldades son su guía, inhumano, desarmado,
sabe quebrantar altivo al indefenso ser humano.
Instrumento corruptible, pieza hueca insondable
que al soplido de un descuido con garras aprietas culpable.
No hay disculpa para el hombre que su tiempo paraliza
para idear las maldades que a su paso arrastra y pisa;
de Dios, recibirá el juicio más perfecto y deseable;
ya que todo lo inservible de provecho al fuego arde.
¡tanta ignominia del hombre! Pues, de atrasos
se gloría y de desverguenzas que esconde.
Pobre hombre que un día, gobernar quiso a su alma,
olvidándose aquel día de la pureza que salva.
Las crueldades son su guía, inhumano, desarmado,
sabe quebrantar altivo al indefenso ser humano.
Instrumento corruptible, pieza hueca insondable
que al soplido de un descuido con garras aprietas culpable.
No hay disculpa para el hombre que su tiempo paraliza
para idear las maldades que a su paso arrastra y pisa;
de Dios, recibirá el juicio más perfecto y deseable;
ya que todo lo inservible de provecho al fuego arde.
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