Esta historia nos hará reflexionar sobre el verdadero sentido de la Navidad.
En una pequeña ciudad donde la vida corre demasiado rápido, habitaban en
una pequeña casa Marta y sus 12 hijos, allí no había lugar para festejos, era
arduo el trabajo para poder comer y vestirse. Marta con su pequeña tienda,
apenas si le alcanzaba para mantener a sus hijos. Los mayores ya vendían
periódicos, chicles y boleaban zapatos, todo para ayudar a su madre.
No habían sueños, no tenían esperanzas; al llegar la noche fatigados y con
solo un plato de sopa se disponían a dormir. Cuando Gabriel se da cuenta,
que ya falta poco para la Navidad. Le entra la angustia de no tener nada que
regalarle a sus hermanos, y a su madre que tanto a trabajado, y así pasaron
las horas... soñando en su desventura, angustiado y pensando en ¿cuántas
cosas podía hacer? ¿qué más podía vender? ¿cómo tener más dinero?
Nadie se daba cuenta de que la más pequeña, solo miraba y callaba que para
todos la vida era monótona, más... para ella no. Y llena de sueños y llena
de fe, le pidió a sus hermanos un calcetín.
- ¿Para que quieres un calcetín? le preguntaron. A lo que la niña respondió:
- para colgar del árbol de Navidad y que Jesús nos traiga regalos.
Y Rubén su hermano mayor, viéndola con ternura le dijo:
- Mañana cortaremos ese árbol de Navidad.

Un Árbol Mágico.
Y así en esa mañana fría de invierno salieron a cortar un árbol grande,
imaginando que con unas ramas secas harían el mejor de toda la ciudad.
Y por complacer a la pequeña todos le dieron un calcetín, hasta su madre
lo acepto a regañadientes, pensando ¿quién tiene tiempo para esas tonterías?
Todos adornaron al gran árbol, las esferas eran piedras envueltas en papel
y los calcetines eran remendados y todo estuvo listo para el gran día.
Pasaron los días y nadie se acordaba de la Navidad, sólo la pequeña que
sonreía al mirarlos, pensando en todos los regalos y lo feliz que harían
a su madre y hermanos.
Llego la Nochebuena y todos estaban sentados ante una mesa vieja, que
tenía un bote como pata y la pequeña apresurándoles a dormir; para así en
la mañana, poder abrir los regalos.
Fue la primera en despertar y haciendo gran alharaca, despertó a todos
en la casa vengan a ver los regalos, todo lo que queremos y soñamos está
aquí. Y uno a uno le fue entregando los calcetines.
Primero a su madre a quien amaba con todo su corazón, diciéndole así:
- "Mamita linda, es la Esperanza, ¡no la pierdas mami!"
Y a cada uno de sus hermanos le regalo lo que anhelaban y rompieron
a llorar. Fue la mejor Navidad de su vida, la pequeña les dio los mejores
regalos del mundo: Amor, Esperanza y en el cielo prendió una Estrella de Fe.
*_Brindemos porque en nuestro hogar, se reciba en está Navidad...
más que un hermoso regalo envuelto, un valioso regalo de
¡ Amor, Esperanza, Bienestar y Felicidad !
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